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Residuos

¿Qué son los residuos?

Entendemos como residuo toda aquella sustancia u objeto que su poseedor deseche o tenga la intención u obligación de desechar. En muchas ocasiones se emplea como sinónimo de basura, entendida como los desechos que el ser humano genera.

La finalidad de que los residuos se traten, ya sea a través del reciclaje y/o y/o su correcta eliminación, es evitar los problemas medioambientales y sanitarios que pueden llegar a causar, entre otras cosas.

¿Cómo se clasifican los residuos?

Hay multitud de criterios a los que se puede atender a la hora de establecer una clasificación para los residuos. Podemos hablar del origen de los mismos, de su peligrosidad, de su composición, etc.

En función de su origen

Teniendo en cuenta el origen de los residuos, se clasifican en:

  • Residuos sólidos urbanos (RSU). Engloban los residuos generados en los hogares como el aceite de cocina usado, electrodomésticos, textiles, pilas, muebles, etc. y también los generados por la actividad propia del comercio urbano, de los servicios de restauración y bares, de las oficinas y de los mercados, así como del resto del sector servicios.
  • Residuos médicos y de laboratorios. Son los desechos del trabajo médico, clínico o de los materiales de investigación.
    Residuos agrarios y silvícolas. Son los residuos procedentes de la agricultura, la pesca, la ganadería, la industria alimenticia o las explotaciones forestales.
  • Residuos de construcción y demolición. Los generados por estas actividades.
  • Residuos industriales. Se trata de los residuos que genera la industria en los procesos de producción, fabricación, consumo, limpieza o mantenimiento como consecuencia de la actividad principal.
  • Residuos radiactivos. Se trata de los materiales que contienen elementos químicos radiactivos que no tienen un propósito práctico. Frecuentemente son un subproducto de la fisión nuclear de las centrales.

En función de su peligrosidad

  • Residuos peligrosos. En España, son aquellos que presentan una o varias características enumeradas en la Ley de 7/2022 sobre residuos, entre ellos: explosivos, comburentes, inflamables, irritantes, tóxicos, carcinógenos, corrosivos, infecciosos, mutagénicos y ecotóxicos. Se incluyen en esta clasificación los envases que contengan estas sustancias. Ejemplos: Aceites industriales usados, residuos de amianto, residuos sanitarios, etc.
  • Residuos no peligrosos. Todos aquellos que no entren en la clasificación de residuos peligrosos. Por ejemplo: lodos de depuración o biorresiduos.

En función de su composición y biodegradabilidad

Atendiendo a esta clasificación existen los siguientes tipos de residuo:

  • Residuos orgánicos. Son todos aquellos residuos que están formados por desechos de origen biológico y suelen provenir de materias vegetales, animales o comestibles. Se trata de residuos biodegradables, es decir, que se descomponen y se pueden aprovechar de nuevo por el medio. No obstante, su acumulación puede provocar plagas o riesgos sanitarios.
  • Residuos inorgánicos. Se trata de los residuos que tienen un origen artificial o industrial y que no están compuestos por materia biodegradable. Se trata de residuos que tardan mucho tiempo en descomponerse o no lo hacen nunca.

Reciclaje de residuos

El reciclaje es el proceso llevado a cabo para convertir un residuo en un nuevo producto listo para ser usado o consumido y aprovechar los materiales en la medida de lo posible. Podemos distinguir tres tipos de reciclaje en función del tratamiento que se da al material:

  • Reciclaje primario: también llamado de circuito cerrado, es el tipo de reciclaje que devuelve a los productos a su función original. De esta manera, el papel puede volver a ser utilizado como papel, las botellas como botellas, etc.
  • Reciclaje secundario: No devuelve el producto a su función original, pero reaprovecha el material desechado para producir un nuevo bien con el mismo compuesto.
  • Reciclaje terciario: conocido como reciclaje químico, descompone los materiales reciclados a través de procesos químicos para fabricar un nuevo objeto totalmente diferente, también en su composición, del original.

El tratamiento de residuos

Para que la eliminación de los desechos sea efectiva es necesario distinguirlos correctamente y clasificarlos. Para ello es importante saber las diferencias existentes entre los distintos tipos de residuos que hay.

Una vez diferenciados se puede proceder a la gestión y tratamiento de los residuos. El proceso comienza en la recolección de los residuos, posteriormente el transporte hasta las instalaciones correspondientes y, finalmente, se tratan de manera de la manera que proceda en cada caso.

Una vez recolectados los residuos se procede a su transporte. Esta es la operación de gestión que consiste en el movimiento de residuos de forma profesional por encargo de terceros, llevada a cabo por empresas en el marco de su actividad profesional, sea o no su actividad principal.

Los sistemas de tratamiento incluyen la operación o conjunto de operaciones que tienen por objetivo modificar las características físicas, químicas o biológicas de un residuo para reducir o neutralizar las sustancias peligrosas que contiene, recuperar materias o sustancias valorizables, facilitar el uso como fuente de energía o adecuar el rechazo para su posterior tratamiento finalista. Dentro de los tratamientos de residuos también existen muchos tipos: biológicos, mecánicos, de lixiviados, etc.

¿Qué ley de residuos se aplica en España?

En España, según la Ley 7/2022 sobre residuos y suelos contaminados para una economía circular, las autoridades competentes adoptarán las medidas necesarias para asegurar que la gestión de los residuos se realice sin poner en peligro la salud humana y sin dañar al medio ambiente y, en particular:
a) No genere riesgos para el agua, el aire o el suelo, ni para la fauna y la flora.
b) No cause incomodidades por el ruido, los olores o humos.
c) No afecte negativamente a paisajes, espacios naturales ni a lugares de especial interés legalmente protegidos.
Y además, las medidas que se adopten en materia de residuos deberán ser coherentes con las estrategias de lucha contra el cambio climático, y con las correspondientes políticas de salud pública.